Bitcoin es una crtiptomoneda (moneda digital) descentralizada e independiente de cualquier Gobierno, por lo que no estará sujeta a eventos inflacionarios, de depreciación o de emisión inorgánica, y 100% autónoma (pertenece a sus tenedores).
Bitcoin fue creado en el año 2008, con el fin de perfeccionar transacciones “de persona a persona” de forma virtual y sin mayores intermediarios.
Bitcoin, y su objetivo social y humanitario, es claro, dado a que la población “no bancarizable” a nivel mundial, estimado en cerca de 2,800 millones de personas por el Foro Económico Mundial, con acceso a un dispositivo con conexión a internet, podría formar parte de su ecosistema, obteniendo con ello un sinfín de posibilidades comerciales, sociales y culturales, que hoy en día les son vedadas.
Hoy en día existen miles de monedas digitales en el mundo, con una capitalización total de poco más de dos trillones de dólares. Sin embargo, Bitcoin continúa manteniendo su hegemonía, con cerca de la mitad de esa capitalización total.
Bitcoin y su proceso inhackeable
La plataforma donde se programa Bitcoin, así como una gran cantidad de otras criptomonedas, es la Blockchain (o cadena de bloques), que permite la ejecución de sus procesos mediante un código abierto y totalmente público, lo que fue parte de sus objetivos primarios iniciales. El método criptográfico de Blockchain ha sido calificado como “inhackeable”, por parte de expertos, por lo que su medio de pago resultante es altamente seguro; no existen pruebas de que algo o alguien haya podido violentar este proceso, en su más de una década de historia. Esto facilita la trazabilidad y seguridad de su inherente ejecución.
Hacemos la salvedad que “plataformas” privadas, desarrolladas por terceros, con exposición a Bitcoin u otras monedas digitales, sí han sido “hackeadas”, aunque eso por supuesto no es algo inherente a Bitcoin.
Bitcoin y su comportamiento a futuro
La oferta de Bitcoin es limitada a 21 millones de monedas o “tokens”, mientras que su demanda ha probado ser cada día mayor, dado a sus enormes ventajas versus las monedas fiduciarias (las que responde a un Gobierno sin mayores garantías que su evolución económica). De más está mencionar que gran cantidad de inversionistas institucionales a lo largo y ancho del planeta aún no han hecho su ingreso a Bitcoin, siendo cuestión de tiempo para que lo hagan. Empresas como Tesla, SpaceX, WalMart, PayPal, y las mismas Visa y MasterCard, dan prueba del gran éxito que ha significado estar cerca de Bitcoin, en su corta historia.