Imagine que la tierra tuviera un espejo y, en él, existieran continentes, países, estados, provincias y hasta lotes, donde poder construir su nueva casa.
La diferencia es que, en ese mundo paralelo, no hay Gobiernos, ni política; por ende, tampoco corrupción. Lo que sí existe es una economía. Hablamos de un sistema productivo basado en empresas, un sistema financiero (que capta recursos y los presta), leyes y contratos, así como formas de ganarse la vida; todo, de forma privada. Hay “arte”, que puede ser comprado y vendido y, ciertamente, un sistema monetario.
Para su sorpresa, este mundo paralelo sí existe; de hecho, son dos los que hay en la actualidad: el Metaverso y Decentraland. Respecto a la monetarización, ésta alcanza hoy en día los USD 2,3 trillones (denominación americana, fuente CoinMarketCap a noviembre 2021), que equivale al 2,5% de la capitalización global de mercado, o la nada despreciable figura de 6% de la capitalización de mercado estadounidense, a diciembre de 2020 (Wikipedia). En cuanto a PIB, hablamos de una economía similar, en tamaño, a la del Reino Unido (USD 2,3 Tn a 2020, según Wikipedia).
En estos mundos paralelos no hay impuestos, los costos de transferencias son en extremo bajos y su eficiencia es 10 veces más alta que la de un banco promedio; la eficiencia será, de forma correlacionada, mayor, conforme aumenten los usuarios. Los 2,8 mil millones de personas, que hoy en día no son “bancarizables” en el mundo, según data de la publicación Forbes a diciembre 2020, podrán acceder a sus medios de pago con tan solo contar con un teléfono inteligente.
Hablamos de un nuevo mercado que presenta dimensiones insospechadas para la mayoría de nosotros. Arquitectos digitales diseñarán su “casa” en lotes del mundo paralelo; casas que serán compradas, vendidas, y que con el tiempo aumentarán o disminuirán su valor, según las fuerzas del mercado.
Estas son las principales razones por las que empresas como FaceBook, Amazon, Walmart, PayPal, Visa y MasterCard, están dando sus primeros pasos en la ya denominada 4ta revolución industrial: ¡La economía digital! ¡Esté listo usted también!